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Cremas con ferormonas, realmente funcionan?
Cada persona se siente atraída por diferentes tipos de olores. En este aspecto, el olfato es muy subjetivo. Pero, a pesar de ello, existen perfumes que contienen sustancias científicamente comprobadas como seductoras del sexo opuesto: las feromonas.
Las feromonas son sustancias químicas naturales segregadas por nuestro propio organismo (y también por el de los animales), cuyo objetivo es atraer al sexo opuesto a través de un estímulo olfativo de sus sentidos.
Las tres feromonas más utilizadas en perfumes son la androstenona, el androstenol (o exaltolide) y la androstenediona. Aunque actualmente existen empresas que se dedican a fabricar feromonas para perfumes, existen perfumes de mujer y de hombre de marcas muy conocidas por tod@s que se dice que contienen ésta atractiva sustancia.
Las señales de las feromonas son detectadas a través de un órgano que se encuentra dentro de la nariz y que es llamado Órgano Vomero nasal (OVN). Cuando el OVN detecta la feromona, envía una señal de respuesta sexual al cerebro, transmitiendo informaciones como estados de ánimo y, sobre todo, disponibilidad y compatibilidad sexual.
Aunque las segreguemos de manera natural, estas sustancias pueden fabricarse e incluirse entre los componentes de un perfume.
Pero esta práctica, por muy sofisticada que parezca, no es nueva: ya en el antiguo Egipto se empezaron a usar feromonas para la fabricación de perfumes.
Los egipcios habían descubierto que el sudor contenía sustancias afrodisíacas para el ser humano (sobre todo el de personas sanas y fuertes) y lo extraían de hombres específicamente seleccionados para este trabajo.
Una vez recolectado, el sudor era almacenado en tinajas para luego ser mezclarlo con diferentes fragancias. Curioso, ¿verdad? Pero efectivo, por lo que el tiempo ha demostrado.